30 Julio 2024
Siendo el Día 30 de julio de 2024 a las 22:20 UTC-5, Yahweh rey de reyes y señor de señores habló por medio de su sierva Elsa Hayden, diciendo estas palabras:
Exhortación para no dejar de anunciar el juicio a Puerto Rico y las naciones
“A Dios le duele, a tu Dios, a tu Señor le duele, le duele lo que va a acontecer. A tu Dios, a tu Señor le duele, le duele lo que va a acontecer, pero este acontecimiento ya anunciado hace muchos años, dentro de poco, dentro de poco, dentro de poco se va a realizar. ¿Cuánto tiempo les he hablado? ¿Cuánto tiempo les he avisado? ¿Hasta cuándo querían que yo esperara que ustedes se arrepintieran? ¿Hasta cuánto tiempo querían que yo les esperara? Desde las primeras revelaciones han pasado más de diez años, más de diez años, más de diez años han pasado anunciando, usando, usando a Efraín (Rodríguez) en Puerto Rico hasta que se perdió; tanta burla, burla de viejo loco, de viejo que no sabe lo que habla, que está trastornado, está loco porque ya está viejo, ¡cuánta burla!, ¡cuánto insulto! Levante, yo no solamente a una persona, levante yo a otros varones del mismo Puerto Rico. ¿Dónde está? ¿Dónde estás? ¿Por qué no das lo que yo te revelé?, según tú dices que yo te revelé, según tú dices que yo te mostré las visiones. ¿Dónde estás? ¿Dónde estás? ¿Por qué no hablas día a día, todos los días? ¿Por qué te has callado? ¿Por qué te has callado? Muchos dijeron, muchos se levantaron en las redes diciendo: “Dios me ha dado un mensaje para Puerto Rico, la desgracia viene, Dios me ha dado un mensaje para las naciones”. ¿Por qué te callaste? O es que el enemigo te cerró la boca, ¿por qué no testificas? ¿Por qué te has callado? ¿Por qué te has cerrado la boca? Ya no se ve en las redes, ya no hay en las redes, no lo veo, ya no veo en las redes que estén diciendo lo que viene, la desgracia que viene, dejaron nomás, no fueron a testificar. ¡Cobardes! No fueron a testificar, cobarde te llamo yo, ningún cobarde entrará al reino de los cielos. ¿Por qué no seguiste hablando cuando te levanté? “Ay, el Señor usa solamente a los varones”, y si tú solamente dices que usó a los varones, ¿por qué no has seguido diciendo lo que yo he dicho? ¿Por qué si yo te revelé, por qué no seguiste? ¿Por qué no seguiste? ¿Por qué no seguiste hablando? Ese juicio no lo cancelé yo, no está cancelado. ¿Por qué no seguiste hablando? Porque se llenaron la boca de decir, porque se llenaron la boca con decir “El Señor me ha revelado”, porque querías “views”, querían audiencia, querías “sonido”, ustedes mismos hablan de sonido, sonido les voy a dar yo, sonido de gran terremoto te voy a dar y ese va a ser tu sonido que andas buscando. Sonido, sonido hablan ellos de popularidad, tu mismo lenguaje voy a decirte, voy a hablar yo el Señor. ¡Ah! Anduviste buscando sonido, tú cuando yo te di, cuando yo te di el mensaje, si es que yo te lo di, ¿por qué te callaste? ¿Cuánta gente va a morir? ¿Cuánta gente va a morir? Por su culpa de ustedes y ustedes tampoco se salvarán, no te vas a salvar en esa misma desgracia, te vas tú también. ¿Sabes por qué? Porque cerraste la boca y no hablaste, se te dio el mensaje y te callaste. ¿Así dices que eres mi atalaya? “Ay, no, yo soy hombre, ¿quién le va a oír a una mujer?, Esta mujer sola se ha puesto, esta mujer sola ha venido a avergonzarnos a nosotros los hombres”. Machito, macho, muy machos son machos, ¿dónde está que dices que eres macho? ¡Eres un cobarde! Yo el Señor te digo que eres un cobarde, más valientes son las mujeres. Ahora estoy probando que las mujeres son las valientes porque no han dejado de decir que viene juicio. Ahora sé que más valientes son las mujeres, cobardes, cobardes, bola de cobardes, grupo de cobardes; tengo que hablarte en tu lenguaje. Cuando te di el mensaje; según tú, te di el mensaje, ¿por qué no seguiste diciendo si era mi mensaje? ¿Quién te dijo que te callaras? ¿Los profetas se callaban? Los profetas no se callaban, así les volaran el cuello, así les metieran en la cárcel. ¿Quieres ser profeta de qué? ¿Profetas que todos te amen? Si todos te aman es porque eres un falso profeta, pero cuando la gente se levanta en tu contra es que estás hablando verdad y no debes dejar de decir lo que el Señor te ha dicho. ¿Dónde están los machos? ¿Dónde están los que dijeron que la mujer no vale? ¿Dónde estás? ¿Por qué no testificas? ¿Por qué no hablas que la desgracia viene? Si yo te hablé a ti, hombre, muy machos son ustedes, machos y cobardes, porque cuando se levantaron la gente a decir: “que eres un loco, eres un tarado, ¿cómo va a venir eso? Has soñado, has tenido sueños de los muchos frijoles, eres un hombre loco viejo”, te callaste, te callaste atalaya. ¿El atalaya dirá una sola vez? El atalaya dirá hasta que venga el juicio y luego de haber pasado el juicio dirá: “¡Yo les advertí! Yo les advertí lo que venía, lo que el Señor puso en mi boca, yo les advertí”. ¿Dónde están, bola de cobardes? ¿Dónde? ¿Dónde están? El mismo Puerto Rico se levantó, ¿dónde estás Efraín que ya no hablas? Ya no hablas del juicio, ¿por qué no hablas? ¿Por qué no hablas? ¿Por qué no sigues? Porque tienes miedo a la gente, porque tienes miedo a la gente que te diga que estás loco, que estás viejo loco. ¿Eso es lo que te importa? La gente de tu querido Puerto Rico va a perecer y tú, y tú vas a ser juzgado porque dijiste: cuando mandé a mi hija dijiste “Esa mujer, ella sola se ha llamado”
Levantamiento de una mujer para llevar el mensaje del juicio
Pero esta mujer sigue hablando, ¿cómo lo ves tú? Esta mujer sigue hablando y no ha tenido miedo, han querido meterla a la cárcel, se han inventado un montón de cosas que ella no ha hecho, pero sin embargo no le ha interesado y sigue hablando y sigue hablando y no se ha callado, aunque la siguen insultando, la sigan atacando. ¿Y dónde están los machos? ¿Dónde están los machos puertorriqueños? ¿Dónde están los machos de las naciones? Bola de cobardes, sinvergüenzas, acomodados. “Ay, no, el Señor no puede hablar así”. Así yo voy a hablar como se me dé la gana porque estoy bien airado, estoy airado contra los desobedientes, estoy airado contra los hipócritas, estoy airado con los atalayas que no hablan. Buscaron “sonido”, tal vez los de República Dominicana saben lo que es sonido. Sonido es fama, si no sabes lo que es sonido, yo el Señor les voy a hablar en su propio lenguaje porque estos machos, muy machos que se creen, buscaron sonido, buscaron sonido. Ahora levántense, pues, levántense porque lo único que saben es insultar, criticar, lo único que saben. Si yo levanto a su hermana, se llenan de envidia y piensan que yo no puedo usar a una mujer, pero estoy hablando y te estoy llamando macho. A ver, ¿dónde estás macho cobarde? ¿Dónde te has metido? ¿Dónde estás? ¡Sinvergüenza! “Ay, no, el Señor no puede hablar así”. Yo voy a hablar como a mí se me dé la gana, cobarde, bola de cobardes. Les gusta el sonido, sonido les voy a dar yo, sonido de muerte, sonido de gritos en el infierno porque como los atalayas yo llamé y cerraron su boca. El juicio que traigo no va a parar, no va a parar. Así lloren, así se arranquen los pelos, el juicio no va a parar. Llora mujer, llora hombre, lloren todos para la salvación de su alma porque el juicio que traigo, tan enojado estoy que soy capaz de tirar la piedra en este momento. Sigan llamándome a ira, síganme llamando a ira, todos sigan llamando a ira. “Oh, el Señor se ha airado, el Señor no puede usar una mujer”. Bola de cobardes, yo voy a usar a una mujer. Ahora me doy cuenta que las mujeres son más valientes que ustedes. Ahora, pues, insulten, ahora apúntenle, tírenle la piedra como le han seguido tirando, cobardes, síganle tirando. Bola de cobardes, ese es su nombre de ustedes, ustedes no son ningún profeta. Los profetas verdaderos, aunque le tiren piedra, aunque lo encarcelen, siguen hablando, aunque le digan “falso, ven con una buena noticia”. El profeta no se calla. ¿Qué profetas son ustedes? Profetas de oficina, profetas de oficina. No hay ningún profeta de oficina que quiera hacer un show, un show en su oficina. Eso no es profeta, sinvergüenzas. ¿No saben lo que es profeta? Yo les voy a enseñar lo que es profeta. Un profeta es como Juan el Bautista, un profeta es como Elías, como Elías. Esos son profetas verdaderos, fueron.
Ahora levanto una mujer para que lleve mensaje y dicen “No, esta no tiene un concilio”. Tuvo un concilio, tuvo una congregación, pero de esa congregación le saqué yo, el Señor, y luego vieron cómo terminó esa congregación. Luego esa tremenda congregación, ¿cómo terminó? Dividida, dividida. ¿Cómo terminó esa congregación? Ya se imaginan con todo lo que entró en el hombro (la vacuna COVID). Ya saben ustedes lo del hombro, lo que entró por el hombro. Toda esa congregación se perdió, de ahí la saqué yo. Ella no es una persona que yo le puse de la noche a la mañana, no es así. Deben ser valientes, ¡cobardes! A ella no le importa, a ella le han querido encerrar. El enemigo ha tenido planes para encerrarla en el mismo Puerto Rico, yo el Señor no he permitido, porque yo el Señor sigo hablando y voy a hablar. Agárrense ahora, agárrense ahora, no me provoquen, no me sigan provocando. Yo el Señor estoy tan enojado que puedo tirar la piedra en este mismo momento y se revientan todos para que aprendan, para que aprendan que se burlaron de mí, burladores de Dios. Su título debe ponerse, no cristianos, no hijos de Dios, sino burladores de Dios, abusadores de Dios. Ese es su nombre de ustedes, abusadores de Dios, hasta los llamados profetas. “Ay, a mí me dijo el Señor, me dio un mensaje”. ¿Y dónde estás, profeta? Profeta de oficina, profeta entre cuatro paredes. Tú no eres profeta. Los profetas van en las naciones, bien valientes, se levantan contra los reyes, se levantan contra los opresores, se levantan contra los hambreadores y llevan la palabra y dicen: “Si no te arrepientes y no dejas de hambrear a la gente, esto te va a suceder”. ¿Dónde estás? Te quiero hablando en las redes, te quiero hablando en las redes. Si yo te di un mensaje, si yo te di una profecía, quiero que pongas en las redes la desgracia que viene. Ponlo en las redes, ponlo en las redes, tú que andas buscando sonido, tú que andas buscando fama, ponlo en las redes, ponlo por tu vida, por tu salvación, de ti, de tu familia, porque tú vas a perecer, vas a perecer en la desgracia que estoy a punto de soltar. ¡Estoy tan enojado! El mundo se está perdiendo, el mundo se está perdiendo. Están haciendo horribles cosas, también en Francia están haciendo, están marchando los hombres con hombres, mujeres con mujeres (homosexuales). Los del arco iris están haciendo perversidades, perversidades. Tanta injusticia, tanta injusticia que está sucediendo y tú, ¿por qué no estás hablando? ¿Por qué estás callado, macho? Porque dicen: “En ninguna parte de la palabra dice que una mujer Dios puede usar”. Jajaja (se ríe), el Señor se ríe también. ¿En ninguna parte? Como no sabes leer la palabra, ¿dónde lo dejas? ¿Dónde dejas la palabra donde dice sobre sus siervos y sobre sus siervas derramaría de su Espíritu Santo? ¿Dónde lo dejas? ¿En qué lado lo dejas? Vas a anular esa palabra, lo vas a tapar. Sobre sus siervas y sobre sus siervos derramaré de mi Espíritu Santo. ¿Cómo sabes que no sabes palabra? Bola de hipócritas, sinvergüenzas, sinvergüenzas. Más vale que pongan en las redes si yo te hablé. Más vale, te digo que pongas en las redes si yo te di visiones. Quiero ver lo que pongas, quiero verlo puesto para que salves tu alma. Si yo un día te di un mensaje y tú te callas, no es que solamente levanto otro, sino que tú habrás perdido, habrás perdido tu vida por desobediente a tu Señor. Si verdaderamente yo te di una visión, yo te di una palabra. En vez de apoyar a su hermana que les llamó desde Puerto Rico para que vayan a testificar, dijeron: “No, como una mujer, ¿cómo vamos a ir a una reunión de una mujer? Ay, sí, como vamos a ir a una reunión de una mujer, ah”. Ah, sí, machos. ¿Cuál de mis profetas tenían concilio? ¡Ignorantes! ¿Cuál de mis profetas habían salido de un concilio? ¿Cuál de mis profetas salieron de un concilio? Juan estuvo en el desierto, en el desierto clamando, ayunando, claro que sí. ¿Cuál de mis profetas y cuál de mis siervos, mis apóstoles, de qué concilio salieron? El único que conocía más palabra era Pablo y los demás eran gente. La misma gente decía: “¿Cómo estos pescadores hablan con tanta sabiduría y hablan con denuedo, con conocimiento y autoridad? Hablan como Jesús de Nazaret, hablan como Yahshua de Nazaret porque la unción lo doy yo, el reconocimiento lo doy yo, el “sonido”, como lo llaman ustedes, lo doy yo para que la gente conozca mis siervos. Yo lo levanto, pero ahora reconozco, reconozco que solamente son purita carne. ¿Dónde están? ¿Dónde están cuando la desgracia se acerca? ¿Dónde están? Si están en esta hora que ando bien enojado y tiro la piedra y se levanta todo y se comete una desgracia, ¿dónde estás, pastorcito? “Ay, el Señor debe levantar solamente a los de Puerto Rico o de República Dominicana. ¿Qué hace una peruana en Puerto Rico?” Para avergonzarte, ¿para quién más?
Cumplimiento de lo anunciado por Yiye Ávila
Yiye Ávila, ¿no dijo? El Señor los va a avergonzar levantando a una mujer. Si ustedes no buscan, ¿no lo dijo? Lo profetizó y se cumplió. Yo, el Señor, tuve que buscarme y traer de unas montañas muy altas y llamarle mi sierva y llevarla para avergonzarlos a los que se creen machos. Y no ha decaído ni se ha escondido, como la han querido hundir. Cuando la han querido hundir en todo el mundo, la han hecho pasar como una criminal en todo el mundo para que la gente la acabe. Sin embargo, no se ha escondido, sigue dando la cara. ¿Y dónde están ustedes? Hipócritas, mentirosos y falsos. Yo te digo, si quieres salvar tu alma, que pongas, que pongas tus mensajes. Empieza a pedir que la gente ponga clamor, ayuno, pero el juicio no va a cambiar. ¿Sabes por qué? ¡Por burladores! El juicio no va a cambiar, el juicio viene y si se declaran en ayuno y oración, va a ser para que salven su alma, para que salven su alma. Yo, el mismo Señor, tengo que hablar del juicio porque cuando habla mi sierva, todos le insultan. Tú que insultas, tú vas a caer en el juicio también, así que arrepiéntete, arrepiéntete de tu ignorancia de entrar a insultar sin saber. Arrepiéntete de tu ignorancia porque esta noche pueden buscar tu alma. Yo, el Señor, puedo mandar la muerte para que busque tu alma esta noche, esta hora. ¿Dónde estás? Arrepiéntete, arrepiéntete y reconoce si no conoces mi voz. ¡Qué lástima! Yo, el Señor, estoy diciendo, estoy muy enojado que, según dicen, que yo les di un mensaje para Puerto Rico, ponlo, vuélvelo a poner, háblalo. Así te metan en la cárcel, yo el Señor sabré cómo sacarte. Háblalo, así te vuelen el cuello. Si eres verdaderamente, viniste conmigo, ahí demuestra tu machismo. ¿Qué macho eres? ¿Qué gran macho eres? Muéstralo, muéstralo, muestra, muestra que dices ser valiente. Eres macho, solamente los machos pueden llevar la palabra. Mentira, mentira, porque los que se creen muy machitos son más cobardes. Bola de cobardes. ¿Cuánto tiempo están callados? ¿Cuánto tiempo están callados sin decir lo que venía? Mentirosos, agarraron… Si fuera cierto, si fueras mi profeta, estarías día y noche gritando, día y noche en República Dominicana, en Puerto Rico, en todas las naciones. Estarías diciendo de juicio, hablando de juicio; pero no, estás metido y escondido ahí, porque te amenazaron. Tienes miedo, el que quiera salvar su vida la perderá, el que pierda su vida por mí la salvará. ¡Eso! Ese mensaje de la Biblia es lo que se está cumpliendo ahora. Hazlo, si yo te llamé para que llevaras mi palabra, pues dilo, dilo. Si eres mi atalaya, como tú dices, el atalaya no deja de hablar, no deja de decir: “El peligro se acerca, el peligro se acerca”. Así te tiren una pedrada, así te disparen, sigue hablando. ¿Juan el Bautista era un cobarde? No era un cobarde, por eso fue con el mensaje a decirle a Herodes que era un adúltero, aunque le cortaron la cabeza, pero él está en el reino, en el reino de tu Señor, de tu Dios, si es que soy tu Señor, si es que soy tu Dios.
Mensaje a la nación de Venezuela.
Tan enojado estoy de ver tanta maldad, tanta injusticia. Hambreadores del pueblo, hambreadores del pueblo no les va a ir bien a los hambreadores del pueblo. Si el pueblo de Venezuela clamare, sería otra cosa. Si el pueblo de Venezuela clamare a mí y se volviera a mí y dejaran su hechicería, su brujería, su satanismo, yo el Señor me encargaría de los hambreadores. Pero ahora tú mismo tienes que ir a encargarte de ellos, ustedes mismos que lo eligieron, la gente que lo eligió. Sin tener conocimiento de Dios, aceptaron a los hambreadores. Conviértete a mí con ayuno, lloro y lamento y yo te voy a defender. Clama a mí, clama a mí.
Reprensión a los desobedientes de las órdenes de Dios.
Segundo mensaje a todos los desobedientes, todos los desobedientes, todos los que no obedecen a Dios son rebeldes porque la desobediencia es como la rebelión. La desobediencia es como la rebelión. Se te dijo: “No vayas, no vayas donde los uniformados, los matasanos (médicos)”, pero no han obedecido, no han obedecido. No reciben su liberación porque están en desobediencia. Quieren hacer una cosa, otra cosa. Se les dice que no hagan tal cosa y lo siguen haciendo, desobedientes y desobedientas. Por eso mismo los demonios atacan. Por eso mismo, tu liberación dura mucho, porque eres una desobediente. El pueblo, los conocedores de la palabra, desobedecen de diferente manera. Desobedecen cuando se les da una orden de no ir a esos lugares que no me agradan, a esa sombra de muerte donde vas y te acaban, ese lugar de los uniformados (los hospitales). Se te dice que no vayas, pero sin embargo, no te acuerdas de tu Dios. Lo único que te acuerdas es de correrte ahí, correrte ahí, y te olvidas del Señor Jesucristo de Nazaret, que derramó su sangre en la cruz del Calvario para salvarte, para salvarte. Y así de desobediente, ¿quieres que te sane el Señor? Y así de desobediente, cuando vas y te metes a esos lugares donde no quiere Dios, y de ahí empiezas a llorar, y de ahí empiezas, empiezas porque te dejaron mal. Todo eso te sucede por desobediente y desobedienta, porque lo que hacen es dejar a Dios y dan más importancia al hombre. Pero dice la palabra: "Maldito el hombre que confía en otro hombre, maldito el hombre que confía en otro hombre, maldito con maldición, porque no crees en tu Señor". Quieres hacer lo que se te da la gana, quieres hacer. No crees que tu Dios, tu Rey, te puede salvar. No crees que tu Rey te puede salvar, que tu Dios te puede salvar. Por eso no tienes bendición, por eso todo te va mal. ¿Por qué? Porque te vas a llenar de demonios al otro lado, a la sombra de muerte, al lugar donde no quiero que vayan (los hospitales). Con eso dices: “Mi Dios no tiene poder, yo me voy a este lado porque esto sí, la ciencia me va a hacer quedar bien, la ciencia me va a sanar”.
La desobediencia es como la rebelión. La desobediencia, en como la rebelión, te revelas en contra de Dios y te revelas en contra de lo que yo he levantado, porque lo que yo he levantado, yo le doy mensaje para que enseñe, mensaje para que enseñe y diga que no le agrada a Dios. ¿Qué es lo que Dios ha dicho? “Que tengan sus hijos en su casa”, pero sin embargo, se van a correr al otro lado (los hospitales), creen más en la ciencia que en su Señor. Desobedientes, por eso les va mal, por eso todo les va mal y les irá mal, porque a los desobedientes no son bendecidos. Los desobedientes no serán bendecidos, óiganlo muy bien, no serán bendecidos los desobedientes. Los desobedientes no tendrán ninguna bendición, ninguna bendición tendrán los desobedientes. Arrepiéntete a donde has caído. “No, no vayas porque te van a tocar” (orden dada por Dios de no ir a los hospitales). “Ay, no, a mí me protege Dios”. Claro, tú eres mi único hijo, mi única hija, que nomás a ti te voy a proteger. No sabes que se te está enseñando que vas a esos lugares y te vas a donde se te dijo que no fueran, y ahí te están tocando, ahí te estás llenando de demonios, te estás contaminando. Pero dices: “No, a mí el Señor me protege”. Entonces, ¿por qué doy la palabra? ¿Por qué enseño? Por eso, por eso es que no te va bien, por eso es que la gente te anda agarrando y andas sintiéndote mal y sigues yendo a ese mismo lugar. Eso no es desobediencia, y yo te bendeciré, yo te bendeciré con trabajo mejor. Si cuando te estoy diciendo algo no obedeces, yo te bendeciré, desobediente, desobedienta. Los demonios te atacarán más. ¿Sabes por qué? Porque saben que a tu Dios no le gustan los desobedientes. Entonces, tú estás fallando en la desobediencia. Por eso, por eso que tu liberación no avanza, porque tú dices: “Han dicho eso, que cuando le tocan le va a pasar algo, pero a mí no me va a pasar nada porque a mi Dios me protege”. Qué bien, con razón andas lleno de demonios. O sea, los demás van a cumplir, pero a ti te voy a proteger sola, a ti, desobediente. Voy a tener que estar a tu ladito con los ángeles en protegerte porque quieres hacer lo que te da la gana, quieres hacer lo que te da tu regalada gana. Así hablan ustedes, y así les voy a hablar yo, así les voy a hablar yo a los desobedientes y desobedientas.
Exhortación a andar en santidad externa
Se les dijo que se sacaran toda la pintura (maquillaje), que parecen payasos, pero no se lo han sacado. La hermanita Elsa no me ve, la hermanita Elsa no te ve, pero la enseñanza no es de ella, es la enseñanza mía. Es la enseñanza, ella va a enseñar lo que yo le enseño porque ella sí tiene temor. Ella no quiere ser desobediente, ella sí tiene temor, porque no quiere perder su bendición de irse al cielo. No quiere perderse su bendición de ser útil, de ganar almas para el que ama. Desobedientes, desobedientas, es el tema principal de esta predicación, porque todo, si no te das cuenta, la desobediencia me llama a ira. ¿Cuál es lo que más me hace llamar a ira? Es la desobediencia, la desobediencia de los que se llaman hijos y no obedecen. Y piensan, y piensan que la hermanita Elsa no le ve porque ya pasó. La hermanita Elsa ya pasó por Chicago. Ah, te presentaste con faldita, ¿y ahora cómo andas? Como una mundana. Ella ya se fue, ya no te va a ver. Ella ya no te va a ver, pero yo sí, yo sí, el Señor te puedo ver. Ah, “ya se fue la hermanita Elsa, ah, ya entonces ahora ya me pongo mi pantaloncito que lo guardé”. Qué bien, qué bien. Anda como se te da la gana, anda como Jezabel, pero si en esta noche vienen a pedir tu alma, tu lugar no está conmigo. ¿Sabes por qué no está conmigo? Por desobediente. Tú crees, tú dirás: “Ay, por un pantaloncito no creo que el Señor me tire al infierno”. Claro que sí, porque a mí me agrada la obediencia más que todos los sacrificios, y lo dice, lo dice en mi palabra, más que todos los sacrificios, más que todas las ofrendas. A mí me gusta que me obedezcan y obedezcan a mi palabra y obedezcan las enseñanzas que son dadas a través de la persona que yo he levantado.
Advertencia contra la apariencia de pecado
Pero la persona que yo he levantado les dice: “Dice el Señor que no hagas esto, que dejes de comunicarte con esta persona, dejes de comunicarte con esta persona”. Y lo primero que hace es invitar a esa persona que yo no quiero que esté a su lado. Yo no quiero que se comunique porque sé que está llena de demonios. Lo primero que hacen: “Ay, la sierva no está, es hora, ahora es, pues no vino, pero no está”. No andes con contaminados, y los primeros que hacen andar de amiguitos, sus amiguitas de antes, vuelven todas contaminadas y andan con ellos. Y hasta en la misma habitación, en la misma habitación, sus amiguitas, sus amiguitos de antes, en el mismo lugar. Si antes fue algo, si antes fue algo tuyo, no estamos viviendo en el mundo. No vivimos en el mundo, no estamos viviendo en el mundo. Tú dejaste, se supone que dejaste el mundo hace mucho tiempo, y no puedes estar saliendo. Y no te puedes ir a dormir en los hoteles, ¿o no sabías? Yo te voy a enseñar. Y no puedes andar de hotel en hotel con tu ex pareja, haya sido hombre o haya sido mujer, mujer entre mujer, hombre con hombre, o hayan sido mujer y varón. Tú no puedes irte de paseo. Escuchen bien, tú no puedes irte de paseo. No puedes irte de paseo con tu ex. Ustedes le llaman ex a los que convivieron como marido y mujer sin casarse. Tú no puedes estar andando con esa persona como si fuera tu amiguito o tu amiguita de hotel en hotel, aunque no estés haciendo nada. Aunque no estés haciendo nada, ¿para qué te lleva esa persona de hotel en hotel? Para contaminarte, porque esa persona, cuando tú aceptas ir de hotel en hotel, pasearte con una persona que bien fue hombre con hombre, mujer con mujer, sigue siendo tu ex, que compartiste la cama y compartiste muchas cosas. Si no sabías, yo te lo voy a decir. El mundo podrá andar así, pero no mis hijas y no mis hijos. No, mis hijas: “Ay, no he hecho nada, me ha querido tocar y no me he dejado”. ¿Cómo es eso? Pero si ahí has ido a provocar. Basta tu presencia, basta tu presencia para que hagas pecar a esa persona. Basta tu presencia, porque a esa persona lo trajo el demonio, y a esa persona más antes tú le gustabas. Tú le gustabas. Ahora yo tengo que enseñar todo, porque si algo no enseño, la gente dice: “No sabía, no sabía”. ¿Cómo no van a saber que las cosas de Dios con una ex pareja que no era tu marido? Porque la gente que se casó, la gente que se casó una vez y sucedió algo con ese compromiso, y el hombre vuelve porque fue tu primer marido y tú su primer matrimonio, a él sí puedes perdonar y a él sí puedes recibir, porque fueron casados y es tu marido. Pero alguien que no fue casado, alguien que no fue casado, ahora te ve que estás cristianita, cristianito, ahora te ve que estás limpio, ahora te ve, te va a desear más. ¿Y dónde está tu mentalidad que tú te vas a ir de hotel en hotel con esa persona? ¿Dónde está tu mente? ¿Dónde está tu mente que tú tienes que ir con esa persona de vacaciones? ¿Te tienes que ir de hotel en hotel? “No, pero no hago nada”. Pero el otro está pecando. ¿Sabes por qué está pecando la otra persona? Porque fue algo tuyo, y como lo has aceptado ir de viaje y como has aceptado hacer con ella el viaje, o con él, el viaje, entonces esta persona está pecando porque te está deseando. Aunque no te toque, te está deseando y te está contaminando. Y tú le estás haciendo pecar a esa persona, y al irte le estás haciendo sentir que todavía hay oportunidad de que puedan arreglar su vida, su mente enfermiza, su mente endemoniada, la hace pensar que todavía también tú quieres algo con ella. Pero, ¿qué estás esperando? El momento. Eso es lo que le hace pensar su mente enferma, y tú estás haciendo pecar a esa persona, porque la persona, claro, te va a ver en tu bata, pero se está dando cuenta: “Ay, yo no dormí con esa persona, pero yo me puse mi bata y no me dejé tocar”. Pero le estás dando entrada, porque esa persona va a decir: “Ah, ya entonces ella también se acuerda, o él se acuerda de nuestra vida que tuvimos”. Y seguro que lo está pensando, le estás dando falsas esperanzas y le estás haciendo pecar, aunque no te toque. Esa persona está recreando su mente contigo. “Ay, Señor, ¿cómo van a ser esas cosas así?” Así es. ¿Y tú cómo terminas? Contaminado, contaminada, y habiendo hecho pecar a la otra persona, habiendo hecho pecar a la otra persona, dándole falsas esperanzas. Porque el que acepta algo, la otra persona piensa que más adelante regresarás. Los hijos de Dios, las hijas de Dios no pueden andar como el mundo, no pueden, no pueden andar como el mundo con su ex en el mismo hotel, en la misma habitación. No pueden andar así, no pueden andar así, porque no has pecado, pero hay apariencia de pecado. Hay apariencia de pecado, y eso, ¿no es una desobediencia? Es una desobediencia, es una tremenda desobediencia. Una hija de Dios no puede andar en esas cosas, un hijo de Dios no puede andar así encontrándose con su ex. “Ay, no, solamente nos fuimos a comer”. No vayas, no vayas, no vayas. El diablo no duerme. Te fuiste solito a comer, la otra persona piensa que quieres regresar.
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